top of page
Buscar

DERROTANDO LA INCREDULIDAD

  • edificandonuestroe
  • 22 may 2020
  • 2 Min. de lectura

Es difícil entender la vida espiritual por que como seres humanos creemos solo en lo que podemos ver.  Nosotros somos cuerpo y espíritu y el espíritu es invisible. Es por eso que se nos dificulta entenderlo. Dios es espíritu y por eso no lo vemos y es por eso qué hay quienes no creen en “El”.  Es increíble que muchas personas creen en brujería ( que es el mal) y no creen en Dios ( que es el bien).  De la misma manera como existe Dios, también existe el diablo. Ahora dicho ésto, podemos pasar a determinar quién es quien.  La palabra dice:  El ladrón solo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia ( Juan 10:10). Aquí podemos ver claramente quien es Dios y quien es el enemigo.  Dios quiere lo mejor para nosotros, que seamos felices, prósperos, saludables pero el enemigo quiere lo contrario, el quiere que dejemos de creer en Dios, quiere hacernos pensar que no le importamos a Dios y que nunca seremos ni libres ni felices. Déjame decirte algo, tú y solo tú, decides en quien creer y a quien escuchar.  O escuchas al que vino a darte vida en abundancia y liberarte de toda atadura que te ha venido impidiendo ser feliz o quieres seguir creyéndole al que quiere verte acabado, triste, sufriendo y viviendo una vida miserable.  Es muy fácil creer en Dios cuando todo nos está saliendo bien, pero se necesita una gran Fe y valentía para creer en “El” cuando la vida se nos pone de cabeza y sentimos que ya no podemos más, pero sabes algo, cuando le mostramos a Dios nuestra Fe inamovible y absoluta,  y cuán comprometidos estamos con “El” y su palabra, no hay diablo que se nos pare de por medio y que pueda lograr acabar con nosotros, por que es ahí donde Dios se crece y derrama sus bendiciones sobre nosotros. La palabra dice:  Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;

Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,

Y en la casa de Jehová moraré por largos días (Salmo 23: 5-6). Esto quiere decir que el nos bendecirá delante del mismo enemigo y el no podrá hacernos ningún daño, por que en la presencia de Dios estaremos seguros.  No sigas dandole la autoridad de tu vida al enemigo, confía en tu Dios y “El” nunca te defraudará ni te dejará. 

Dios los bendiga,

Hugo y Giselle Cardenas.



 
 
 

Comments


©2020 por Edificando Nuestro Espíritu. Creada con Wix.com

bottom of page