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COSAS MÁS GRANDES

  • edificandonuestroe
  • 29 may 2020
  • 2 Min. de lectura

La gran mayoría de los seres humanos tenemos una mente limitada a lo que vemos, en nuestra realidad y a nuestros conocimientos. Quiero decir por ejemplo, que una persona que ha vivido en la pobreza toda su vida, muy probablemente tiene su mente limitada a lo que ha visto y tenido, probablemente nunca en su vida ha estado o visto un palacio lleno de lujos y extravagancias.  Hago esta comparación tan drástica solo para que no demos cuenta de la diferencia de pensamiento entre una persona que nunca ha tenido mucho y un Rey, que siempre ha tenido todo.  Dicho esto, podemos entender que Dios es un Rey y piensa cómo tal y nuestros pensamientos y deseos son muy pequeños en comparación a los de “El”.  Dios quiere para nuestra vida algo mucho más grande y mejor que lo que nuestra mente limitada desea, por eso, si queremos vivir una vida en libertad, feliz y en abundancia, debemos seguir lo que dice su palabra.  En la biblia dice:  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas ( Mateo 6:33). Quiere decir que Dios quiere que nos enfoquemos en “El” y no en nuestros problemas y circunstancias.  También dice la palabra:          Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?


Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? (Mateo 6: 25-26).  Dios quiere que pongamos nuestra  atención en “El” y lo obedezcamos y entonces y solo entonces, recibiremos todas las cosas que necesitamos.  El enemigo quiere todo lo contrario, el quiere que nos enfoquemos en nuestros problemas y nuestras carencias para impedir que sigamos a Dios y que nos bendiga.  Si le permitimos a Satanas que nos llene la mente de ideas negativas y de fracaso, logrará su cometido, que es, hacer nuestra vida miserable y triste.  La decisión  está en nuestras manos, declaremos las promesas de Dios en nuestra vida y no habrá diablo que pueda con nosotros.

Dios los bendiga,

Hugo y Giselle.

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